Las cripto, Milei y el karma astral: una historia de dinero y destino

Por Néstor Echarte

 

La dudosa criptomoneda $LIBRA fue lanzada públicamente el pasado 14 de febrero de 2025 a las 19 horas de Argentina. Un minuto más tarde, exactamente a las 19:01, Javier Milei tuitea manifestando su apoyo al proyecto, tal como se puede comprobar en la imagen que reproduce dicho mensaje.

Es obvio que, cuando los astrólogos vemos una hora exacta, inmediatamente nos sumergimos en el cálculo de la carta astrológica de ese instante para entender qué representación encontramos en el cielo que simbolice el evento en cuestión. Especialmente cuando se trata de hechos de importancia para una nación.

Calculamos entonces la carta del 14 de febrero de 2025 a las 19:01 en Buenos Aires, lugar donde se originó el mensaje presidencial, y la comparamos con su propia carta natal a la manera de un tránsito planetario.

Y esto es lo que encontramos…

A simple vista, el Ascendente del momento en que Javier Milei emite su mensaje se encuentra casi en conjunción partil con su Luna natal en Leo en Casa 2. Dejamos de lado por ahora el resto de las configuraciones astrológicas (que, por cierto, abundan) para centrarnos en lo más importante: el mensaje conspirativo.

A partir de este solo aspecto astrológico, dos cosas podrían haber ocurrido:

  1. Que el tuit realizado por Javier Milei, que activa la casa de su economía personal, haya ocurrido en total sincronismo “natural”, gracias a ese supuesto pacto que el presidente tiene con “las fuerzas del cielo”. Esto señalaría con claridad el inicio de un incidente que lo compromete como presidente de la nación y que, de alguna manera, estaría originado en alimentar las arcas de su propia economía. Es decir, con ese solo elemento, el cielo se puso de su lado (aunque el análisis del resto de los factores astrológicos demostraría luego el resultado adverso obtenido).

     

  2. Asumir que el horario que Milei eligió para publicitar esta criptomoneda fue descuidada o torpemente seleccionado por un astrólogo apresurado, que no tuvo en cuenta en su análisis el resto de las configuraciones existentes. Quizás ese astrólogo, viendo solo la Luna en Leo en Casa 2 activada por el Ascendente del momento, le dijo:
    “Dale para adelante sin temor, que el Ascendente apuntando a tu Luna va a favorecer tu economía haciéndola crecer como pedo de buzo” (con perdón de la metáfora, pero es una de las preferidas por el propio Javier Milei).

Como astrólogo, he constatado en numerosas oportunidades que la primera opción es perfectamente posible, ya que el sincronismo de los planetas, en relación con la acción humana, abona con claridad la máxima hermética: “Lo que está abajo es como lo que está arriba, y lo que está arriba es como lo que está abajo”.

Por lo que la maquinaria astrológica funcionó a la perfección. Sobre todo si sumamos a este solo aspecto el resto de los elementos astrológicos que componen dicho cuadro de situación.

Sin embargo, cierta tendencia a pensar en situaciones conspirativas (que también compromete a actores astrológicos) me lleva a considerar que la segunda opción también tiene peso. Más aún si tenemos en cuenta la planificación del hecho delictivo, que surge a la luz de las primeras investigaciones judiciales, y la fragilidad del análisis astrológico al descartar factores interpretativos clave. Algo que no sorprende, dada la precariedad intelectual del entorno de asesores del presidente.

 

¿Pero cuáles son, entonces, los elementos astrológicos que suman a este análisis?

Además del Ascendente del momento en Leo sobre su Luna natal en Casa 2, encontramos los siguientes aspectos astrológicos:

  • Plutón, regente de su Casa 5 (relacionada con la especulación financiera, las inversiones de alto riesgo y las apuestas), se encuentra en conjunción aplicativa sobre la cúspide de Casa 8 (dinero de terceros, inversiones extranjeras, transacciones financieras complejas). Esto sugiere transformaciones importantes en la manera en que Milei maneja fondos provenientes de alianzas estratégicas y grandes capitales.

     

  • Plutón en oposición aplicativa a su Luna natal en Casa 2, generando incertidumbre y fluctuaciones emocionales en torno al dinero y los recursos, así como presiones externas que desafían la estabilidad financiera de Milei y su entorno inmediato. Este tránsito puede desestabilizar la confianza pública, dado que la Luna también representa al pueblo y sus emociones colectivas.

     

  • Neptuno en tránsito en oposición a su Plutón natal. Neptuno, regente de su Casa 9 (relacionada con el extranjero y asuntos legales internacionales), indica falta de claridad en el proceso. Sugiere una tensión entre influencias externas y su deseo de control, lo que puede llevar a decisiones poco claras o mal informadas.

     

  • Marte natal en Libra en Casa 3 (en destierro) en trígono separativo con Plutón en tránsito. Marte en Casa 3 puede representar el papel de su entorno cercano, en especial su hermana Karina Milei, una figura clave en su círculo de poder.

     

  • Mal estado cósmico de varios planetas personales: Mercurio y Venus en destierro, Marte en caída, Júpiter en destierro y Saturno peregrino. Solo Neptuno en domicilio, pero malogrado por su oposición a Plutón natal.

Estas consideraciones determinan que el hecho no solo estaba señalado por el cielo como posible, sino que estaba destinado al fracaso.

 

La dos  posibles circunstancias:

Confrontamos, entonces, las dos opciones que pudieron haber ocurrido a las 19:01 del 14 de febrero de 2025:

  1. Que las denominadas “fuerzas del cielo”, en su movimiento sincrónico, le hayan pasado una dura factura a Javier Milei por la colección de desaciertos a lo largo de su gestión.

     

  2. O bien, que un astrólogo apresurado, con la sola lectura del Ascendente sobre su Luna natal, y obviando el resto de las configuraciones negativas, le haya dicho:
    “Dale para adelante sin temor, que el Ascendente apuntando a tu Luna va a favorecer tu economía haciéndola crecer como pedo de buzo” (nuevamente, pido disculpas por la metáfora, que, como todos saben, no me pertenece).

Hay que advertir que, en ninguno de los casos, los planetas tienen la culpa de nada. Los astros sólo señalan conductas y tendencias. Son un libro abierto que narra lo que padecen las personas en la Tierra.

Por lo tanto, en la primera de las opciones astrológicas indicadas, estaríamos hablando de las propias decisiones de Milei, impulsadas por su voluntad y libre albedrío, sin poder prever que los resultados le serían adversos.

La segunda opción no lo exime de responsabilidad, pero agrega un elemento de planificación que no sorprende, dada la tendencia de su entorno a guiarse por análisis astrológicos superficiales, que inevitablemente lo llevan a la debacle.

Pero, ¿qué cree usted, lector?
¿Milei fue guiado por su propia naturaleza o por un asesoramiento astrológico realizado con entusiasmo, pero con poco profesionalismo?

En ambos casos, el resultado final fue el mismo.

Como ya analizamos en una nota anterior:
Las fuerzas del cielo se están rebelando.

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