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El paso de Júpiter por el signo de Géminis y su efecto sobre el periodismo
El recientemente fallecido periodista Néstor «Tato» Contissa, afirmaba con humor que el periodismo era un género de ficción. Y nunca se vivió, con tanta fuerza este concepto, como durante el reciente tránsito del planeta Júpiter por el signo de Géminis.
Júpiter transita Géminis desde el 11 de junio de 2012 y finaliza su paso el próximo 26 de junio del 2013. Un año transitando el signo tradicionalmente asociado con el periodismo, la comunicación, los medios escritos, radiales y televisivos.
Si tenemos en cuenta que el paso de Júpiter por el signo de Géminis se hace por lo que técnicamente se conoce como su «detrimento», es decir, que transita el signo opuesto al que rige y donde supuestamente manifiesta sus mejores condiciones (Sagitario), mostrando así sus peores efectos y consecuencias.
Júpiter es considerado en astrología un «benéfico». Sus cualidades positivas son esperadas por todos aquellos que incursionan en la temática astrológica, y esperan las bondades de este planeta que se manifiestan a través de la generosidad, el crecimiento, la prosperidad, el espíritu benevolente y libre, el entusiasmo, el deporte, la nobleza, la creatividad… entre otras tantas… Pero justamente es cuando transita por el signo de Géminis, que nos muestra la peor de sus facetas. O la exageración y exacerbación de las cualidades antes consideradas como positivas, a saber, y tomado textualmente de un texto astrológico: «Fanfarrón, ostentoso, no reconoce defectos propios, hipócrita, envolvente a través de su locuacidad». O este otro: «Ideas fijas, casi obsesivas, les disgusta reconocer sus errores, pueden llegar a ser cortantes y díscolos. Son rebeldes, desordenados, gritones, fanfarrones, pueden llegar a ser insoportables. Son muy impacientes y ansiosos, pudiendo con esto perder muchas oportunidades tanto en su vida sentimental como profesional. Tienden a evadir sus responsabilidades postergándolas lo más que puedan con el propósito de incumplirlas. No son buenos para guardar secretos en el primer descuido los divulgan. Pueden llegar a ser muy egoístas y destructores aunque con ello arriesguen su tranquilidad y felicidad. Podrán perder la paciencia con facilidad y sus enojos serán temibles. Ostentan un sentido de superioridad tal que los hace caer en delirios de grandeza».
Y podríamos abundar mucho más en este tipo de conceptos, que solo definen el comportamiento que tuvo el periodismo en la Argentina durante el último año. Los desacuerdos institucionales se instalaron como una guerra mediática llevada a cabo en los sets televisivos, en los estudios de radio, en los medios digitales y escritos. Y como no podía ser de otra manera teniendo en cuenta que Géminis es un signo doble las opiniones se polarizan. Hay dos ideas enfrentadas, una guerra que se desarrolla en los medios, exacerbada por los efectos jupiterianos que solo tienen la capacidad de exponer lo peor de Géminis, como lo son la improvisación, la verborragia, la exposición inadecuada. Y mostrar también un periodismo superficial cabalgando sobre los caprichos de la polarización astrológica.
Solo dos conceptos enfrentados, sin términos medios, sin grises, sin otras opiniones o posibilidades. Dos posturas confrontadas, y no por la razón, sino por la tozudez, el orgullo y la exageración. Típico de un signo doble como lo es Géminis, muchas veces tildado de superficial, para una actividad que se mostró mucho más superficial de lo que en esencia es.
Pero debe quedar claro que no podemos echarle la culpa de esto a Júpiter, si es que tenemos en cuenta que los periodistas deberían ser seres mucho más evolucionados. Pues tal como afirma el adagio astrológico: «El hombre sabio rige sus estrellas, el tonto es dominado por ellas».
De cualquier manera, Júpiter deja el signo de Géminis el próximo 26 de junio, suponiendo que habrá algo de paz en los medios de comunicación y las aguas, y las «ideas», volverán a sus cauces naturales.
Por Néstor Echarte