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Wuhan: un asteroide, con nombre de ciudad, en sincronismo con el derrumbe del planeta.
Por Néstor Echarte
Observatorio de la Montaña Púrpura en China, desde donde se descubre al asteroide Wuhan.
Los astrónomos Chinos responsables del observatorio astronómico de la Montaña Púrpura, jamás llegaron a dimensionar el impacto que tendría en el mundo el nombre del pueblo al que tenían pensado homenajear. Bautizaron con su nombre al pequeño asteroide que acababan de descubrir: Wuhan.
No todos tienen la buena suerte (o mala… según se vea) de contar con un asteroide que lleve su propio nombre, pero Wuhan vió inmortalizado al suyo cuando el 13 de noviembre de 1980 los telescopios del complejo astronómico lograron identificar a este cuerpo celeste, perteneciente al cinturón de asteroides (entre las órbitas de Marte y Júpiter) y catalogado bajo la denominación de 3206 Wuhan (1980 VN1).
En esos tiempos nadie podía suponer que, 40 años después de la imposición de su nombre al asteroide en cuestión, el pueblo de Wuhan sería conocido en el mundo e inscripto en la historia de la humanidad, como el lugar que fue cuna de una de las pandemias más importantes y mortales del último siglo: la pandemia del coronavirus o Covid-19, contando con cientos de miles de contagiados y muchos miles de muertos en la casi totalidad de los países del mundo.
Órbita y posición actual del asteroide Wuhan
Y como no podía ser de otra manera ante este tipo de hechos que calan muy fuerte en el inconsciente de la humanidad, sincronismo mediante, el paso del asteroide Wuhan sobre el zodíaco acompañó durante los últimos dos meses la trayectoria de los planetas Júpiter, Saturno y Plutón en su tránsito por el signo de Capricornio para situarse actualmente (en lo que se supone es el pico de la pandemia) en conjunción exacta con Saturno en el primer grado del signo de Acuario. Exactamente en el mismo lugar zodiacal en el que a finales de este año tendrá lugar la tan esperada conjunción de los “cronocatores” (Saturno y Júpiter) que, cada 20 años, anuncia el inicio de un nuevo ciclo en astrología.
Una nueva etapa signada por los duros aspectos astrológicos que la precedieron y que el conjunto de astrólogos de todo el mundo no ignoró. Todos nos hicimos eco de la difícil situación que se avecinaba para la humanidad al entender que la alineación planetaria que se estaba formando en el signo de Capricornio (el eclipse de Luna del 10 de enero, más la conjunción del 12 de enero de Plutón con Saturno seguidos por la alineación de Júpiter y Mercurio sobre los propios nodos de la Luna de Saturno y de Plutón, alineados en el eje Cáncer-Capricornio) estaba pre anunciando algo realmente grande e impactante para el mundo. Pero, ¿cómo mensurar el verdadero alcance de una tragedia, cuando la misma está a la vista de todos desde lo astrológico, pero en el fondo nos resistimos a esperar lo peor?
La “justa medida” en la apreciación astrológica:
Es probable que los astrólogos nos hayamos quedado cortos en nuestras apreciaciones. No por habernos equivocado, sino por haber pecado de prudencia y de timidez Vimos los conflictos sociales de América y de Europa, vimos los movimientos sísmicos que comenzaron a asolar diferentes regiones del planeta, vimos las distintas dificultades económicas que naturalmente atraviesan los países emergentes, vimos el avance de los procesos absolutistas, y como los mismos confrontan con aquellos que carecen de lo elemental. Todos nos preguntamos si ya habíamos llegado al fondo (algo muy esperanzador, ya que todos conocemos ese concepto plutoniano basado en la teoría del “Ave Fénix” que dice que luego de llegar al fondo no queda más remedio que emerger. Pero ese fondo no se hizo visible con facilidad. Fué una caída libre y lenta, pero interminable.
Boris Cristoff y Andre Barbault
Impacta y emociona ver como dos grandes astrólogos, hace poco tiempo fallecidos, pudieron ver con tanta claridad lo que en el 2020 iba a ocurrir: Me refiero a sendas entrevistas realizadas a André Barbault (fallecido en 2019) y a Boris Cristoff quien en 2016 en una entrevista televisiva no dudó en afirmar, varias veces, que en el 2020 habría una Pandemia. Tres veces repitió ese término, ante una periodista que no reparaba la magnitud de lo que Boris estaba afirmando. Boris falleció en 2017 sin llegar a comprobar su predicción.
En solo tres meses el mundo se derrumbó.
Coronavirus
Mientras de esta manera nos debatíamos los astrólogos, tímidamente, en Wuhan, una ciudad China con su nombre inmortalizado, primero, por un Asteroide y, cuarenta años después por la aparición deel primer caso de lo que en el transcurso de tres meses se transformó en Pandemia. Y en esos tres meses…. el mundo se derrumbó. ¿Pero, realmente, tocamos fondo?
Responder sobre la posibilidad de haber tocado fondo, nos puede dar a los astrólogos la posibilidad de vislumbrar el momento de la salida de esta crisis mundial. Pero es sabido, sobre todo en el análisis de los procesos Plutonianos, que siempre se puede estar mucho peor. Por lo que quienes llevan adelante las tareas de responsabilidad de lucha contra la pandemia no deben distraerse, y deben estar atento a cualquier posibilidad de recrudecimiento de la situación actual.
Decíamos que más allá de ser un pequeño asteroide, casi desconocido hasta el dia de hoy, las coincidencias impuestas por un sincronismo irrefutable nos obligan a considerar al mismo como un indicio más dentro del análisis habitual que hacemos sobre las diferentes situaciones que se analizan desde lo astrológico.
Efemérides astrológicas de Wuhan – BAJAR EFEMÉRIDES EN PDF. DESDE AQUI
Elaboradas las efemérides de Wuhan podemos seguir su trayectoria desde octubre de 2019 hasta abril de 2021, y corroborar como en este último mes, acompañando el pico más alto de la pandemia en el mundo, atravesó el signo de Capricornio desde la conjunción con Júpiter, el pasado 8 de marzo, la conjunción con Marte, el pasado 21 de marzo, la conjunción con Plutón el pasado 24 de marzo, y la exacta conjunción con Saturno en 1° 45´ de Acuario este 25 de Abril, para continuar avanzando por el signo de Acuario hasta el próximo 29 de Mayo, día en que, llegando a los 4° 44´ de Acuario abandonará su movimiento directo para comenzar a su proceso de retrogradación.
En este proceso de retrogradación, Wuhan volverá a estar en conjunción con Saturno (también retrógrado) en día 11 de julio en los 29° de Capricornio, para continuar retrogradando y alcanzar nuevamente a Plutón (también retrógrado) el día 6 de agosto en los 23° de Capricornio. Finaliza su proceso de retrogradación el día 11 de septiembre en los 19 grados de Capricornio. Directo a partir de ese momento, retoma otra vez su camino para volver a producir su última conjunción con Plutón el día 13 de octubre, continuando luego en su camino directo hacia Acuario, Piscis y Aries, signo que alcanzará en Marzo del 2021.
Dicho esto, se podría suponer (si es que podemos tomar con alguna seriedad el paso de este asteroide sobre el zodíaco), en función de las características simbólicas que durante su trayectoria refuerzan el concepto de sincronismo que justifica nuestro apresuramiento en su utilización dentro de la astrología, la probabilidad de un recrudecimiento de los efectos de la pandemia durante el proceso de movimiento directo-retrógrado-directo que lo pondrá nuevamente en contacto con Saturno y con Plutón para que después del mes de octubre sus consecuencias se vayan lentamente diluyendo. Por supuesto que los efectos económicos en todo el mundo dependerán de las realidades de cada uno de los países afectados, y sus acciones sociales y políticas en el proceso de recuperación.
En el caso de la Argentina, el momento de mayor impacto tendrá lugar alrededor del 11 de septiembre, ya que finaliza su proceso de retrogradación para ponerse directo exactamente en el grado mismo zodiacal en el que se encuentra la Luna de nuestro país.
Es por todos conocido que las cuarentenas se seguirán extendiendo, ya que el riesgo de contagio es enorme y las limitaciones en el contacto social constituyen el camino más efectivo para evitar los contagios a nivel masivo, hasta tanto no exista una cura y/o vacuna definitiva para terminar con esta situación.
Una buena oportunidad para vernos frente a nuestra Casa XII
La tendencia de los seres humanos a naturalizar rápidamente las situaciones en las que vivimos, hacen que perdamos la perspectiva del momento histórico que el mundo está viviendo, y que las futuras generaciones analizarán cómo un momento de inflexión en la historia de la humanidad. Similar a los vividos durante otras grandes pandemias de la historia.
Para los astrólogos, esto se convierte en una enorme oportunidad de vivir en carne propia, y evaluar todos los efectos y consecuencias posibles de los distintos significados atribuídos a la Casa XII. Desde el encierro voluntario, hasta el encierro forzado. Desde aquellos que lo aceptan con naturalidad y sin sufrimiento alguno, adaptándose con facilidad a las nuevas circunstancias que nos propone el destino, hasta aquellos que lo padecen como si del peor de los karmas se tratara. Mientras algunos lo viven como una búsqueda silenciosa y personal en un monasterio alejado de todo contacto con la humanidad, otros lo padecen como si su vida se hubiese sumergido en la más cruel de las prisiones.