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La confiabilidad de la hora natal en la práctica astrológica
Por Néstor Echarte
En el momento en que, como astrólogos, nos disponemos a calcular una carta natal para luego interpretarla, si somos concientes de la dificultad que conlleva el contar con una hora de nacimiento acertada, correcta y que refleje con claridad las circunstancias psicológicas, espirituales y personales del sujeto de interpretación, nos tomaríamos el tiempo adecuado y necesario como para corroborar y corregir los escasísimos y poco confiables datos de los que siempre partimos.
El astrólogo conciente, siempre duda cuando la hora de nacimiento le es brindada por el consultante. No se trata de una actitud paranoica, sino que la práctica diaria de la astrología contribuye con una extensa lista de motivos, lo suficientemente contundentes, como para desconfiar de la exactitud y veracidad de este dato.
Muchas veces, el consultante no le brinda a este requisito, la importancia que en realidad tiene para la construcción de un tema natal. Otras tantas veces, el astrólogo no le transmite al consultante, con el suficiente énfasis, la enorme importancia de contar con este dato en forma correcta y certera.
El movimiento del cielo y la hora astronómica/astrológica
Si tenemos en cuenta que la rueda zodiacal, compuesta de 360° es representativas de las 24 horas del día, tiempo en que además el Medio Cielo (arrastrando en su viaje a todas las cúspides de casas, al Ascendente, al Vértex y al punto EQ), se demora en recorrer todo el zodíaco, esto produce que todos estos elementos y puntos astrológicos avancen sobre el zodíaco a razón de un grado de arco cada 4 minutos de tiempo transcurrido (o sea que recorren un signo entero en 2 horas), con algunas pequeñas variantes en el ascendente y cúspides intermedias según sea la latitud geográfica para la que calculamos la carta.
Esto significa que si alguno de estos elementos se ubicara, luego de la realización del cálculo con una hora poco confiable, justo en la mitad de un signo zodiacal, aún nos quedaría una hora de tolerancia (hacia atrás y hacia adelante) para que dicha cúspide se mantenga en el mismo signo zodiacal. Pero no garantiza que en esos 15 grados de arco hacia un lado u otro que tiene una cúspide al situarse en la mitad de un signo, confirme la presencia de los planetas en una misma casa. Por lo general, muchos planetas ocuparán casas diferentes. Ni que hablar, cuando la cúspide se ubica cerca del comienzo o final de un signo, donde la tolerancia en tiempo es mucho menor para que se produzca un cambio de signo (a razón de 4 minutos de tiempo por cada grado de arco), con el agregado de que además, cambiarán los regentes de dichas cúspides de casas, con el consiguiente cambio de los significados astrológicos de las mismas.
Es conocido por todos, el viejo apotegma de que 4 minutos (es decir 1 grado de arco) causa un error de un año en las predicciones. Aunque muy conocido y difundido, como todo aquello que se repite como un loro, no garantiza que se comprenda el porqué de esta peculiaridad. Vale aclarar que este concepto, es solo aplicable a las predicciones que se realizan bajo las técnicas de Direcciones Primarias, Direcciones Mundanas, Direcciones Bajo el Polo, Arco Solar y las denominadas Direcciones Simbólicas con arcos de 1° = 1 año, o arcos Naibod (0° 59´ 08.33´´) donde, por ejemplo, 20 minutos de diferencia en la hora de nacimiento pueden llegar a causar un desfasaje de 5 años (promedio) en el cumplimiento de las predicciones calculadas mediante los métodos expuestos.
Un párrafo aparte merecen aquellos astrólogos que sostienen a voz en cuello y como si de un valor agregado se tratara, el no dedicarse a la astrología predictiva. Como si esta autoexclusión los eximiera de la necesidad de trabajar con datos de nacimiento correctos. Claramente no los exime. Y tampoco sirve para justificar el evidente desconocimiento que tienen de valiosas técnicas que hacen al cuerpo de conocimiento de la astrología en su totalidad. La astrología nació predictiva, y así continúa desde hace milenios. Teorías como «yo opino…» o «a mi me parece…» desvirtúan el verdadero conocimiento consolidado a través de miles de años de práctica astrológica. Es por eso que se hace muy difícil imponer una nueva técnica astrológica, que por lo general se desarrollan mientras su propulsor tiene la suficiente energía como para sostenerlas, pero que como todo lo superfluo vienen con un punto final anunciado. La opinión de un solo astrólogo no alcanza para cambiar miles de años de historia astrológica.
No confiemos sin chequear los valores de husos horarios dados por las computadoras
Existe otro concepto que hace a la construcción de una exacta hora de nacimiento como punto de partida de la construcción de una carta natal. La utilización correcta del denominado Huso Horario, con sus variantes y cambios de las denominadas horas de verano u horas de invierno, en donde se atrasa o se adelanta en una hora (o más, segùn el país) , bajo el concepto de necesidad de un país de una mayor utilización de la luz solar durante las horas activas del día, como para lograr una mayor economía energética.
Esta es una práctica habitual en la mayorìa de los paìses, que año tras año para una determinada fecha suman o restan una hora a su hora oficial, para seguir funcionando con un nuevo huso horario de verano o de invierno, y en una fecha posterior, vuelven el horario a su notaciòn habitual respetando el huso horario que define en origen la hora de ese paìs.
La Argentina también participa de esos cambios desde el establecimiento de su Hora Oficial, pero no ha sido tan regular al momento de respetar los cambios propuestos por decretos sucesivos, y en muchos casos como en la actualidad, permanecen con una hora adelantada sobre la hora oficial original, sin cambios de ningùn tipo desde hace muchos años.
Si el astrólogo no toma en cuenta estos cambios, no solo en la Argentina, sino en cualquier otro país del mundo con características de cambio horario similares, jamás contará con una carta natal construída con una hora adecuada, y en el menor de los casos obtendrá mas de quince grados de diferencia en la posición zodiacal de la mayoría de las cúspides de casas, incluídos Ascendente, Medio Cielo, Vértex y Punto EQ, con las consiguientes dificultades al momento de tener que interpretar dicha carta natal.
Muchos astrólogos creen, confiados, en que la utilización de un software de cálculo astrológico les soluciona este problema. Por el contrario, no solo no lo soluciona, sin que lo agrava.
Por lo general, quienes realizan los excelentes programas de cálculo astrológico que en todas sus variantes dispone el astrólogo como para facilitar su tarea de elaboración de una carta natal, constan en la mayoría de los casos de dos partes fundamentales. Una de ellas es el núcleo de cálculo propiamente dicho del software, en el que se encuentran llevadas a un lenguaje que la máquina puede comprender, todas las rutinas de mecánica celeste necesarias para obtener posiciones planetarias correctas vistas desde un determinado lugar. Podríamos decir que esta etapa es perfecta en todos los programas existentes y que no genera ningùn tipo de error posible. Sobre todo si tenemos en cuenta, que en la mayoría de los softwares astrológicos, el núcleo central de mecánica celeste no es realizado por los programadores de cada versión de estos programas, sino por una única empresa que brinda en forma gratuita y generosa la rutinas centrales de cálculo de mecánica celeste, para que luego los distintos programadores incorporen este nucleo central a sus diferentes programas, donde la diferencia entre ellos no se encuentra en el cálculo propiamente dicho, sino en las técnicas que maneja, las formas de búsqueda, la estética, los distintos diseño de zodíaco, los colores, la facilidad de uso y una serie de elementos propios de cada versión. Pero el núcleo central, la fórmula de mecánica celeste es la misma, por lo que garantiza resultados precisos en todos los casos.
La otra parte fundamental de este tipo de software la constituyen las bases de datos con las que esos programa se alimentan para realizar una carta natal. Es decir, cuando nosotros incorporamos los datos de una carta natal, su nombre, fecha, hora y lugar de nacimiento, lo hacemos con el teclado. Deberíamos seguir incorporando datos, como por ejemplo la longitud y la latitud del lugar de nacimiento, y el huso horario que le corresponde al país de nacimiento por su posición geográfica. Pero estos últimos datos, y con el afán de facilitar al máximo nuestro desempeño se encuentran guardados en bases de datos a los que el programa principal accede para completar los valores por nosotros provistos. Es así que cuando colocamos la ciudad de nacimiento, el software accede a la base de datos del programa y busca los valores de latitud y longitud geográfica. Y cuando indicamos la hora de nacimiento, accede nuevamente a la base de datos y busca si para ese país y para esa provincia hubo algún cambio en la implementación de la hora oficial, y si no se encuentra vigente lo que se denomina hora de verano, lo que llevaría a realizar un cambio en ese valor. Y es precisamente en esta segunda parte del programa, donde pueden surgir errores y equivocaciones si el astrólogo no toma la precaución adicional de chequear si los datos provistos por sus bases de datos son correctos o contienen algún error. Y este chequeo debe hacerse en forma manual, cada vez que se realiza una carta natal y no caer en la creencia y fantasía de que esos datos son totalmente correctos, ya que la confianza ciega en los datos provistos por las bases de datos de nuestros programas astrológicos nos ponen rodillas ante la imperfección.
Esta situación es fácilmente comprobable si intentamos calcular una misma carta utilizando dos programas diferentes. Es muy probable que, aún habiendo sido precisos y precavidos a la hora de tipear correctamente los datos de nacimiento, ambas cartas natales presenten algunas diferencias en su resultado final, sobre todo en la posición del ascendente y del resto de las cúspides de casas astrologicas. Esto no significa que el programa esté cometiendo errores en el calculo. Pero sí, nos está indicando, que hay diferencias en las bases de datos en las que guardan las fechas con las variaciones en los husos horarios, y seguramente alguna base de datos de alguno de esos dos programas no esté correctamente actualizada, por lo que siempre deberíamos chequear este dato con nuestros registros escritos, y corregirlos en caso de ser necesario.
Esto es así porque se hace realmente difícil mantener actualizados año tras año las bases de datos de los 194 países de nuestro planeta, con toda su historia de cambios a lo largo de muchos años. Sobre todo en países donde conviven además, más de un solo huso horario. La Argentina es un ejemplo de eso, donde en determinadas épocas algunas provincias tenían un huso horario diferente al de Capital Federal, y hasta un municipio estableció por pocos días su propio huso horario.
Que hora tomar en el momento del nacimiento
Nadie que esté en su sano juicio, va a recibir el nacimiento de su hijo con un cronómetro en la mano, pero en mi caso personal yo mismo como astrólogo tuve la dicha de poder presenciar el nacimiento de mis dos hijos y provisto de un cronómetro, ante la mirada azorada de médicos y parteras, pude registrar ese proceso dividido en tres etapas con la precisión de un segundo. Confieso que en ese momento tenía un sentimiento que me llevaba de la profunda emoción por la situación de padre por la que estaba atravesando, a la de sentirme una especie de Morín de Villefranche, cuando por requerimiento del Cardenal Richelieu se introduce en la cámara real para registrar el momento en que Ana de Austria traería al mundo al que luego sería el Rey Sol, Luis XIV.
De esta manera, en términos generales y si no hay ninguna complicación, el nacimiento de un niño, a los efectos de tomar su hora correcta consta de tres momentos:
- Momento del nacimiento propiamente dicho, donde el bebé asoma su cabeza y llega a este mundo. La analogía con la salida del túnel donde la luz al final del mismo es la promesa de una nueva vida. En ese instante el niño deja un ámbito seguro para pasar a lo diferente, lo distinto, deja el ámbito líquido para comenzar a vivir con el uso total de sus sentidos.
- Momento en que le cortan el cordón umbilical y se independiza totalmente de su madre. Este es el momento real de la independencia. Más allá de que el niño pudo estar un tiempo unido a su madre con el cordón umbilical, más allá de haber asomado al nuevo mundo, sus funciones vitales aún dependen de su madre. El cordón umbilical es como el “cordón de plata” muchas veces asociado, en el mundo espiritual, al vínculo que el espíritu tiene con el cuerpo material. En la vida espiritual ese corte está asociado a la muerte, mientras que en el caso del recién nacido el corte del cordón umbilical se asocia a una nueva vida independiente.
- Momento en que llora, y se considera ese llanto como la primera respiración importante una vez independizado de su madre. Obviamente los métodos tienden a cambiar, pero históricamente se asoció al llanto (siempre producido por un par de golpes en las nalgas del chico que pende de cabeza tomado de los pies) a la necesidad de producir su primera respiración. Toma contacto total con el ambiente. Prueba su aire. Sus pulmones se ponen a pleno, y comienza su vida independiente.
Como debe ser habitual, todos se enfocan en el nacimiento del niño, y salvo presencia de un astrólogo, absolutamente nadie repara en la hora de nacimiento hasta que llega el momento de registrar por escrito los datos del recién llegado, entre ellos, la hora de arribo. Por lo general, llegado este momento, se fijan en un reloj y anotan la hora posterior, salvo que alguien tenga una vaga idea del tiempo transcurrido y mas o menos acierte con una hora aproximada el momento estimado de nacimiento.
Debo aclarar, que en el caso de mi primero hijo, la hora que se quería registrar difería en 20 minutos más de la hora real de nacimiento, mientras que en el caso de mi hija, el registro fue algo más aproximado. Pero ninguno fue exacto, y solo mi intervención en el momento en que se consignaba ese dato en el registro, logró dejar establecida la hora real de nacimiento, reservandome además para mi propio archivo las variantes entre nacimiento, corte de cordón umbilical y primer llanto. Obviamente todo esto, sucediendo ante la sorpresa de médicos y parteras que con cara de asombro se preguntaban si mi presencia alli se debía a alguna excentricidad o a alguna apuesta en relación al horario de llegada del recién nacido.
Cabe resaltar, que en astrología existe desde siempre, esta vieja discusión de si debe tomarse como hora de nacimiento real, el momento en que el niño sale del vientre materno, o el momento en que se corta el cordón, o el momento del llanto. Pero más allá de esta discusión filosófica, en la mayoría de los casos no aporta absolutamente nada a la solución del problema ya que, a la vista está, que la hora que todos consignan es una hora aproximada.
Si me gustaría recalcar, que en ambos nacimientos de los que fui testigo, todo este proceso de nacer, cortar el cordón y pegar el primer grito no llevó más de un minuto y medio (hay casos donde se extiende mucho tiempo más). Lo suficiente como para cambiar una cúspide de signo en caso en que las mismas se encontraran en los extremos de principio o final de un signo zodiacal, y en generar no menos de tres meses de diferencia en el cumplimiento de algunas direcciones con los métodos ya antes mencionados., En estos casos, se impone tomar la decisión adecuada sobre cuál de las tres opciones representa con seguridad a la verdadera hora de nacimiento, lo que en caso de duda haría indispensable realizar un trabajo de rectificación de la hora natal.
La posibilidad de determinar cuál es el exacto momento del nacimiento en caso de contar con estas horas cronometradas no ha encontrado un acuerdo entre los astrólogos. Pese a que en la práctica se sigue utilizando una hora promedio aproximada, el colectivo astrológico continúa llevando adelante esta vieja discusión sin alcanzar un consenso unánime del que resulte una respuesta. Es obvio que esta discusión no impide que se sigan realizando cartas natales con la hora promedio, vista la imposibilidad de contar siempre con un astrólogo que pueda cronometrar cada paso del proceso de nacer.
Cuando llega el momento de estas dudas en relación a la veracidad de este dato tan fundamental, como lo es la hora de nacimiento, es cuando se recurre a la memoria. La memoria de la madre, de la abuela, de alguna tía comedida, o de algún pariente presente en el momento, que con total seguridad afirma que “a las 5 de la mañana exactamente escuché un bebé que lloraba”, o que “yo estuve presente y había un reloj en la sala”, y la más común, la de la propia madre que afirma que frente a ella, mientras estaba pujando, “había un enorme reloj que le permitió ver la hora en el exacto momento en que ocurría el parto”.
Si pese a tanto detalle y a tanta persona memoriosa, sigue persistiendo la duda, es porque ya es el momento de recurrir a técnicas mucho más profesionales que desde la astrología permiten encontrar el momento exacto del nacimiento con una precisión de muy pocos segundos de diferencia.
La posibilidad técnica de obtener una hora de nacimiento confiable
No es frecuente que una persona que duda de su hora de nacimiento, encargue al astrólogo un trabajo de rectificación de hora. Pero a veces, suele ocurrir, sobre todo en los ámbitos ya vinculados a la astrología donde muchas veces el consultante es astrólogo pero no conoce a fondo esta técnica, o de alguna manera se acerca a la astrología mediante su estudio, y otras tantas por recomendación del astrólogo que alienta a su consultante, antes de analizar su tema natal, a recurrir a algún astrólogo que tenga experiencia en este tipo de técnicas.
No es éste, el lugar para desarrollar al detalle la manera de llevar a cabo este trabajo mediante las técnicas habituales de rectificación, ya que solo intentaba aquí exponer la necesidad de su utilización y plantear las distintas alternativas que hacen a precisar con exactitud una hora real, teniendo en cuenta mucho de lo ya expuesto que abarca desde el desconocimiento de la hora oficial de nacimiento, hasta el desconocimiento de la utilización del huso horario.
Para quienes deseen profundizar en estas técnicas, tengo otros trabajos específicos ya desarrollados, que pueden ser encontrados en mi página web, a saber:
- Rectificación de la hora de nacimiento mediante Direcciones Primarias
https://goo.gl/2RYxjx - Rectificación de la hora de nacimiento mediante Direcciones Simbólicas
https://goo.gl/f5GXbD
El primero de los trabajos mencionados explica la manera rectificar un tema natal mediante la utilización de diferentes acontecimientos ocurridos en la vida de una persona mediante la técnica de Direcciones Primarias. Las mismas son calculados directamente con fórmulas, y se menciona otra variante para hacer más fácil el cálculo mediante la utilización de una Tabla de Casas.
El segundo trabajo es algo más sencillo en su implementación, pero también se requiere contar con una pequeña lista de acontecimientos, utilizándose luego para el cálculo un sistema de Direcciones Simbólicas.
A lo largo de mi experiencia como astrólogo he realizado cientos de rectificaciones de hora natal, en la mayoría de los casos con el primero de los métodos mencionados, es decir, mediante la utilización de Direcciones Primarias.
Esa experiencia me ha permitido construir una base de datos de todos aquellos que teniendo dudas sobre su hora natal, han recurrido a la solución profesional para poder contar con una hora adecuada de nacimiento, la que al ser analizada permite llegar a algunas conclusiones interesantes sobre la certeza o no de la hora del que consulta, como también las posibles distintas diferencias que manejan las personas en cuanto a la certeza de su hora natal, y a la existencia de un dato que durante mucho tiempo fue una sospecha, pero que luego de ser corroborado por innumerables casos se consolidó como una realidad: la existencia de una hora de nacimiento puramente astrológica, distinta e independiente de las horas manejadas por quienes toman el dato de nacimiento con precisión (nacimiento del niño, corte del cordón y primera respiración), y tal vez mucho más ligada al momento en que el Universo decide recibir a esa nueva vida. A ese momento donde el Universo lo reconoce como tal y le dice “sí… estás presente…” ese momento, ese instante, es bastante cercano a la hora de nacimiento de los papeles pero suele tener una diferencia. Se trata de la hora perfecta, la hora a partir de la cual toda la vida de una persona se encadena y resulta sencillo leer este proceso mediante el seguimiento de cualquier sistema de direcciones.
Esta hora astrológica, no es la hora del parto, no es la hora del corte de cordón, no es la hora del llanto. Es la hora que establece el Universo, cuando el mismo se predispone a certificar esa vida, es la hora de las estrellas y es allí, donde comienza la cuenta…
Sobre un total de 183 rectificaciones de hora de nacimiento analizadas para ser incluidas en este trabajo se pueden extraer las siguientes conclusiones:
Sexo de los interesados:
- Hombres: 82 (44,8 %)
- Mujeres: 101 (55,2 %)
A diferencia de las lecturas corrientes de cartas natales, donde el porcentaje más importante de consultas proviene del sexo femenino, los hombres recurren más frecuentemente a este tipo de confirmación en la búsqueda de algo que los acerque a una racionalidad que no aceptan dejar de perder. De cualquier manera sigue siendo el sexo femenino el que más confía en la práctica astrológica.
Años de nacimiento más activos al momento de rectificar la hora
- Década del 40: 5 %
- Década del 50: 10 %
- Década del 60: 38 %
- Década del 70: 32 %
- Década del 80: 10 %
- Década del 90: 5 %
El mayor interés en rectificar su tema natal surge de aquellas personas nacidas durante las décadas del 60 y del 70. Esto hace suponer que aquellas personas que rondan los 70 años, no tienen intereses que los lleven a buscar una mayor precisión en su hora de nacimiento, y los más jóvenes todavía no han alcanzado la edad en que seguramente sentirán como necesario rectificar su tema natal. Se observa que quienes recurren a esta consulta, son personas laboralmente activas, por lo general con la intención de resolver situaciones materiales.
Diferencias encontradas entre los datos horarios brindados y la hora final rectificada:
El gráfico que antecede refleja el resumen de trabajo de las 183 cartas natales rectificadas. La columna de la izquierda indica la diferencia en minutos encontrados entre las horas de origen brindadas y las horas finales una vez concluido el trabajo de rectificación. La longitud de las líneas proyectadas sobre la columna horizontal, refleja el nivel de desconocimiento que las personas tienen sobre su verdadera hora natal, y cuantas de ellas desconocen ese valor real.
De acuerdo a este gráfico podemos obtener las siguientes conclusiones.
El 04,91 % Tiene una diferencia que no supera el minuto de tiempo. En este grupo están incluídos muy pocos casos (no mas de 2) que conocen su hora con no más de 15 segundos de diferencia. Estos son casos extremos y la rectificación confirma ese dato correcto. En caso de que la diferencia se sitúe en este rango de valores, pueden ocurrir errores en el vencimiento de las diferentes direcciones de alrededor de los tres meses de tiempo. No es mucho sin consideramos que es un tiempo manejable en la vida de cualquier persona y uno puede estar alerta ante los significados simbólicos de esas direcciones para acompañar conscientemente su cumplimiento. Los cambios en las cúspides de casas llegan a ser mínimos y poco trascendentes, salvo que ocurra un cambio de signo en alguna de ellas.
- El 16,93 % Tiene una diferencia que se sitúa entre uno y dos minutos de tiempo. Aquí la diferencia en el vencimiento de las direcciones aumenta a los 6 meses de error. Pueden existir cambios en las posiciones de las cúspides de casas, como también así en sus regentes. Aún así puede ser factible la lectura de la carta, aunque se debe tener cuidado en el método de pronóstico a utilizar.
- El 18,03 % Tiene una diferencia que se sitúa entre los dos y los cuatro minutos de tiempo. Aquí la diferencia en el vencimiento de las direcciones se tiene un desfasaje de un año de error. Pueden existir cambios en las posiciones de las cúspides de casas, como también así en sus regentes. Aún así puede ser factible la lectura de la carta, aunque se debe tener cuidado en el método de pronóstico a utilizar.
- El 24,04 % Tiene una diferencia que se sitúa entre los cuatro y los nueve minutos de tiempo. Aquí la diferencia en el vencimiento de las direcciones puede alcanzar los dos años de error. Pueden existir cambios en las posiciones de las cúspides de casas, como también así en sus regentes. Esta diferencia amerita la rectificación de la hora natal.
- El 20,76 % Tiene una diferencia que se sitúa entre los nueve y los dieciséis minutos de tiempo. Aquí la diferencia en el vencimiento de las direcciones se sitúa en los cuatro años de error. Esta diferencia amerita la rectificación de la hora natal.
- El 12,02 % Tiene una diferencia que se sitúa entre los dieciséis y los veinte minutos de tiempo. Aquí la diferencia en el vencimiento de las direcciones se sitúa en los cinco años de error. Esta diferencia amerita la rectificación de la hora natal.
- El 02,18 % Tiene una diferencia que se sitúa entre los veinte y los cuarenta minutos de tiempo. Aquí la diferencia en el vencimiento de las direcciones puede llegar a los diez años de error. Esta diferencia amerita la rectificación de la hora natal.
- El 01,09 % Tiene una diferencia que se sitúa entre los cuarenta minutos y las dos horas de tiempo. Aquí la diferencia en el vencimiento de las direcciones puede llegar a los 30 años de error. Esta diferencia amerita la rectificación de la hora natal. Estos casos extremos son los de mayor dificultad al momento de encarar la tarea de rectificación.
En términos generales podemos llegar a la conclusión de que existe solo un 17 % de personas que conocen fehacientemente su hora de nacimiento. El resto de las personas tiene diferencias variables, pero notables en el momento de tener que analizar la carta natal.
Estas diferencias se reflejan en muchos años en el vencimiento de direcciones, y en muchos casos en los que se involucran cúspides también se ven en dificultades las técnicas de tránsitos y de revoluciones solares (lo que hace a esta técnica impracticable). Si sumamos a esto, la confianza ciega en que los husos horarios brindados por las bases de datos de los softwares de mercado, es muy probable que estemos interpretando cartas que no se ajustan claramente a la realidad del consultante.
Rectificar es una tarea que lleva cierto tiempo, y a veces resulta algo tediosa, pero garantiza la posibilidad de contar con datos certeros en el momento de construir un tema natal.
Pero un tema bien rectificado sincroniza perfectamente con el Universo y esto se percibe cuando nuestras vidas encajan con claridad en los ciclos que propuestos por el Universo para el disfrute de nuestras vidas.